Una de las principales diferencias que tuvo este evento en comparación al registrado en 2019 en el Norte del país, es que fue mucho más visible, puesto que se produjo al mediodía, con un sol muy alto sobre el horizonte.
La oscuridad comenzó en el Océano Pacífico - 2 mil kilómetros al Nororiente de Papeete, en la Polinesia Francesa- para luego pasar a 650 kilómetros de Rapa Nui. La parcialidad partió a las 11:37 horas en la Isla Mocha, ingresando minutos más tarde al territorio continental en las cercanías del Lago Budi, en Puerto Saavedra. Desde ahí se extendió la franja donde el fenómeno tuvo mayor visibilidad, pasando por Pucón, Villarrica, Caburgua y Curarrehue, por nombrar algunas localidades.
El haber tenido dos eclipses tan seguidos en Chile, es más que una excepción, pues se trata de fenómenos que se producen, en promedio, cada 15 años.
El próximo eclipse se producirá en 28 años más, específicamente, el día 5 de diciembre de 2048; y será visible en Las Guaitecas y Puerto Cisnes.